El 12 de enero de 2010 en Haití se produjo un terremoto de 7.0 grados en la escala de Richter que destrozó el país. El epicentro se generó a 15 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe, en la ciudad de Leogane. La ciudad de Leogane quedó asolada. Miles de muertos, un 95% de la ciudad destruida y el otro 5% con graves daños estructurales.
Amaia es una de las cooperantes que por medio de Haurralde Fundazioa y MUDHA estuvo allí ayudando a los damnificados y damnificadas y ahora, de regreso, sigue reuniendo ayuda para enviarla desde España.
E- ¿Cómo fue la llegada a la zona?A- Llegamos allí a los 20 días del terremoto. Nos avisaron el hacia el día 18 de enero y fuimos para Haití. Nuestra llegada a Puerto Príncipe fue bastante impactante ya que se produjo de noche y sólo podíamos ver gente andando de un lado a otro y la poca luz que había venía de hogueras hechas en las calles y de un par de privilegiadas casas. Nos instalamos en lo que era la sede de acopio en Petion Ville. Nos habían vendido que el ejército americano y la ONU estaban consiguiendo organizar a la población por campamentos y nos encontramos a un pueblo que a los dos días del terremoto se había auto-organizado en cientos de campamentos. Pero pronto vimos que fue tal la avalancha de intentos de organización por parte de autoridades extrajeras que ello frenó la capacidad del mismo pueblo Haitiano a organizarse.
Los primeros días conocimos diferentes campamentos en el centro de la ciudad y las “educadoras” nos trasladamos a Leogane, al Macombe. A trabajar en el orfanato Foyer Marye de Les Apostles, donde nos quedaríamos hasta Mayo. Allá realizábamos talleres, capacitaciones, charlas, reuniones…con los niños y niñas, jóvenes y adultos tanto del orfanato como de la comunidad.
E- ¿Y el tema sanitario? ¿Había para cubrir las urgencias?
A- Bueno, había material pero no todo lo que se necesitaba y hay que sumar que lo que llegaba había que organizarlo, lo que llevaba días y días. Todo estaba amontonado en cajas y no se sabía lo que había y lo que no. Había enfermeros/as que se dedicaban todo el día a organizar el material para saber de que disponíamos y facilitar el acceso.
Como ejemplo que impactaba a las voluntarias decir que no tenían apenas calmantes, intervenían como podían y en muchísimas ocasiones los/las pacientes se desmayaban por el dolor. Cosa que acá no es muy común.
H había muchísimas enfermedades (malaria, dengue, amebas…)la basura se quemaba por la calle, todo estaba lleno de desperdicios… y dado que el terremoto movió toda la tierra, se contaminaron casi todos los pozos naturales, dificultando aún más el acceso a algo tan básico como es el agua potable. Con ese tema la cruz roja trabajó muchísimo, en el orfanato colocó un bidón que ellos rellenaban con agua potable y eso nos daba el privilegio de tener agua cada día, además nos enseñó a potabilizar el agua para que nosotros enseñásemos a hacerlo a los residentes de la zona, lo que resultó muy positivo.
E- ¿Que tal lo llevaban los niños? ¿Eran conscientes de lo que estaban viviendo?
A- Los y niñas aportaban un cariño increíble, disfrutaban con todo lo que hacíamos, talleres, juegos, canciones… lo más difícil era hacerles hablar del tema, no sabían o no se atrevían a hablar de ello, lo llamaban el temblor ya que lógicamente el hablar de ello creaba crisis que no todos/as exteriorizaban.
Un día tuvimos que ir a un orfanato de Puerto Príncipe donde había más de 50 bebes y sólo podíamos llevarnos al hospital a 20, eso fue lo peor, tener que elegir a quien te llevas y a quien dejas. Los primeros fueron los que peor estaban (heridas, tripitas hinchadas, falta de reacción ante estímulos…) fue horrible tener que elegir.
Después de esto mejoraron muchísimo, fue increíble como en dos días mejoraban de salud, de ánimo…increíble!
E- ¿Y la zona? ¿También mejoró?
A los 3 meses del terremoto se pasó del estado de emergencia a la etapa de reconstrucción, prohibieron pasar ayuda por la frontera casi todas las organizaciones, incluso si solo llevas agua…eso hace que el abuso de poder aumente, todo se encareció muchísimo, al fin y al cabo los encargados de la seguridad son gente igual de desesperada pero con armas, no puedes hacer nada…fue desesperante.
E- ¿Querrías añadir algo más?
Sí, que la pena por este pueblo si no va acompañada de ayuda e interés verdadero no sirve de nada y que lo importante es NO OLVIDARSE de que Haití, después de 10 meses sigue viviendo bajo tiendas de campaña (los/as pocas afortunadas), con problemas en cuanto al acceso a medicinas, alimentos y agua potable… y aunque hay organizaciones que siguen trabajando con el pueblo para mejorar su situación siguen necesitando nuestro apoyo.
